El vómito es la evacuación brusca y forzada de una parte o de todo el contenido gastrointestinal a través de la boca, mediante contracciones involuntarias de la pared torácica y abdominal. Éste puede ir acompañado de síntomas como exceso de salivación, mareos, aumento del ritmo cardíaco, malestar gástrico, alteraciones en la temperatura corporal y deshidratación intensa.
Además, el vómito puede estar precedido o no de náuseas, y las náuseas no siempre acaban derivando en vómito. Éstas se describen como una sensación desagradable o de malestar en el estómago que puede ir acompañada de contracciones intensas des de la zona abdominal, aunque no en todos los casos acaban derivando en vómito.
No hay que confundir vómito con regurgitación, puesto que ambos suponen la subida del contenido gastrointestinal hacia la boca, pero el segundo no requiere esfuerzos como es el caso del vómito, en el que se producen convulsiones y contracciones coordinadas de los músculos de la zona abdominal para poder expulsar el contenido.
Las causas que pueden originar vómitos son muy numerosas, aunque se pueden clasificar a grandes rasgos en los siguientes grupos:
- Trastornos digestivos: obstrucciones del aparato digestivo por cualquier motivo, enfermedad por reflujo gastroesofágico, colecistitis, apendicitis, hepatitis, pancreatitis, malformaciones digestivas…
- Procesos infecciosos: gastroenteritis, sinusitis, rinofaringitis, otitis, media, meningitis… En la gastroenteritis es frecuente la aparición de vómitos y diarrea de manera conjunta.
- Enfermedades psiquiátricas: ansiedad, depresión, anorexia nerviosa, bulimia…
- Trastornos hormonales y endocrino-metabólicos: cetoacidosis diabética, hipo o hipertiroidismo, uremia…
- Fármacos: quimioterapia, antibióticos, antiarrítmicos, digoxina, antidiabéticos orales, anticonceptivos, etc. Los vómitos son uno de los efectos secundarios más habituales de muchos medicamentos de uso frecuente.
- Situaciones especiales: gestación. Es muy frecuente sufrir náuseas y vómitos en el embarazo. De hecho, aproximadamente la mitad de las mujeres los han tenido alguna vez. Suelen aparecer a partir de la cuarta semana y desaparecen normalmente hacia la semana 16.
- Trastornos vestibulares: laberintitis, mareo con el movimiento o después de un viaje.
- Después de una intervención quirúrgica o una sesión de quimioterapia.
Desde la farmacia recomendamos que los pacientes acudan directamente al médico en caso de que cumplan uno de los siguientes criterios:
| Edad | Menores de 2 años Mayores de 75 años con patologías asociadas |
| Síntomas | Niños mayores de 2 años: Carácter explosivo Contenido hemático o biliar Distensión o dolor abdominal intenso Fiebre más de 48 h o superior a 38 ºC Decaimiento o irritabilidad Sin ganas de ingerir líquidos Boca seca, llanto sin lágrimas u orina escasa Vomita todos los líquidos a pesar de ingerirlos a pequeños sorbos Adultos: Dificultad respiratoria Sangre en el vómito o en las heces Vómito con aspecto de café molido Intolerancia a cualquier líquido tras 12 h Dolor abdominal intenso o persistente Dolor de cabeza, en el cuello o aparecen manchas en el cuerpo |
| Duración de los síntomas | Niños mayores de 2 años: más de 12 h Adultos no diabéticos: más de 24 h |
| Enfermedad subyacente y/o consumo de medicamentos | Diabetes en paciente frágil no controlado o con comorbilidad importante Sospecha de reacción adversa a medicamento en paciente polimedicado Sospecha de toma de algún producto tóxico o medicamento de manera accidental Presencia de más de tres patologías |
| Situaciones especiales | Embarazo o sospecha y/o lactancia Inmunodepresión Posterior a un golpe en la cabeza |
Excepto en aquellas situaciones en las que el vómito está causado por un proceso infeccioso como es la gastroenteritis aguda, el resto de los casos son difíciles de evitar. Las medidas que se deben tomar para evitar el contagio son las relacionadas con los hábitos de higiene. Lo más importante es lavarse las manos con agua y jabón de manera frecuente y evitar el contacto con personas infectadas mientras duren los vómitos, tanto en niños como en adultos.
A continuación, dejamos una serie de consejos muy útiles con el fin de mejorar e intentar limitar en la medida de lo posible los síntomas asociados, pudiéndose aplicar también en los casos de vómitos en el embarazo:
- Dejar reposar inicialmente el aparato digestivo evitando la ingesta de alimentos durante 1 h aproximadamente.
- Mientras duren los síntomas, evitar el consumo de alimentos con olores intensos, ácidos, fritos, amargos, picantes, con mucha sal o condimentos, verduras crudas, frutas verdes, bebidas con gas, alcohol o cafeína. Todos estos productos, debido a sus características organolépticas, son muy susceptibles de provocar náuseas y vómitos.
- Cuando se considere oportuno, introducir de manera gradual soluciones de rehidratación oral formuladas con suero salino en pequeños sorbos y de manera continuada, para evitar una posible deshidratación intensa.
- A continuación, introducir alimentos suaves y agradables como zumos naturales, sopa, alimentos cocidos, etc. Preferentemente alimentos blandos o triturados. Evitar comidas grasas o con alto contenido en azúcar, sobre todo las primeras horas. Empezar con una dieta normal a las 24 h de no haber tenido vómitos y distribuir la ingesta en 5 o 6 comidas al día con raciones más pequeñas.
- En caso de practicar ejercicio físico intenso de manera habitual es aconsejable hasta la recuperación completa de los vómitos.
- En pacientes con diabetes se recomienda seguir un estricto control de la glucemia.
- En caso de que pueda existir sospecha de embarazo en mujeres sin fiebre se aconseja realizar una prueba de embarazo.
El uso de preparados a base de probióticos puede ser útil sobre todo cuando se presentan de manera conjunta vómitos y diarrea, ya que se produce un desequilibrio importante de la flora intestinal y es recomendable repoblarla lo antes posible.
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