Piel y Cabello

Introducción a la limpieza de rostro

¿Por qué es tan importante la limpieza del rostro?

La piel es la primera capa de protección del organismo.
El primer reflejo de que algo no va bien en nuestro interior; por exceso de estrés, una mala nutrición, sedentarismo, emociones difíciles de controlar…

Es el órgano más extenso, abarcando el rostro y el cuerpo, con funciones fundamentales; regula la temperatura corporal, reconoce patógenos para defenderse de ellos, elimina toxinas, se auto-repara, es sensible al tacto, al dolor…
Pero hay un factor que le influye, y que está en nuestra mano cambiar: la limpieza de rostro.

¿Qué necesita la piel para mantener su equilibrio?.

Igual que nosotros, necesita RESPIRAR; inspirar oxígeno, agua y minerales del exterior, y expulsar las toxinas internas, a través de los poros. Poros que pueden pueden obstruirse con la agresión diaria de agentes externos, tanto físicos como químicos, presentes en el medioambiente; frío, calor, aire… y uno de los factores más dañinos y, por desgracia, cada vez más frecuentes: la polución.

Para protegerse contra todos los efectos perjudiciales que afectan a la piel, (externos e internos), la base de cuidados es la limpieza de rostro. Un gesto consciente que cada vez gana más importancia, ya que es el primer paso para que luzca bonita y saludable. Con la limpieza permitimos que la piel esté en constante regulación, repare y mantenga sus funciones, y preserve su equilibrio, más todavía si intensificamos con una limpieza profunda de rostro semanal, o cada dos semanas.

¿Qué productos de limpieza facial debo elegir?

Muchas veces la suciedad acumulada es imperceptible, pero progresivamente, una mala rutina de cuidado personal, que incluya una limpieza de rostro con productos para cuidar la piel contraindicados, puede acabar generando problemas. Impedimos que elimine “lo que sobra” y pueda absorber “lo que necesita”.
De ahí surge la duda de qué productos para la limpieza facial deben elegirse.

No todas las pieles son iguales, ni necesitan lo mismo. Desde la parafarmacia estamos concienciados con el cuidado dermocosmético, y tenemos clara la filosofía a seguir: a cada persona, su cuidado adaptado. No sólo según el tipo de piel que se tenga, si no según los hábitos de vida que se sigan, la preferencia por un tipo de limpieza de rostro u otra, según el ritmo de vida, los gustos, los gastos…

Parece sencillo, pero es importante tener en cuenta todos los factores que van a determinar qué le va bien a la piel.

¿Qué tipo de piel tengo?

Preguntarse qué tipo de piel tengo es algo lógico, ya que condicionará nuestro cuidado diario, y no es extraño oír hablar de ello, ¿pero sabrías contestar?.

Existen cuatro tipos distintos de piel, determinados por genética. Pero como la piel está viva, al igual que nosotros, está en constante cambio, y por múltiples factores puede alterarse y modificar su estado. Uno de esos factores, y muy importante, es la mala limpieza de rostro con productos de limpieza facial equivocados.
El modo en que la “entiendas” y la cuides será clave para su desarrollo, Farmarin puede ayudarte a conocer lo que tu piel necesita.

La piel normal “para todo tipo de pieles”

«Para todo tipo de pieles» es el texto que habitualmente aparece en los productos para una piel normal, ya que es el tipo de piel que más se acerca a la “piel perfecta”, a la piel de un niño. La que nos hace pensar en la manzana verde que reluce. Su aspecto es globalmente muy saludable, es luminosa pero no tiene un exceso de brillo, ni es mate. Sus poros son poco visibles, su tono y su textura son uniformes, no presenta zonas grasas o secas diferenciadas, ni generalmente, imperfecciones. Se suelen escoger productos para cuidar la piel enfocados a mantener esa salud cutánea, con ingredientes nada agresivos. Y, en nuestra opinión, lo mejor para la piel, es ¡que sean naturales!, ya que al no presentar ninguna problemática puede “jugar” un poco más con las texturas y encontrar tratamientos excepcionales.

Generalmente las rutinas se combinan. Se escogen limpiadores al agua para la noche, donde se ha acumulado más suciedad e impurezas, y se necesita intensificar un poco más en la limpieza. Y para por la mañana, un producto más suave, que no necesite aclarado, como por ejemplo una leche o una crema limpiadora.

Tratamiento facial para piel grasa

En todas las pieles, un manto hidro (agua) – lipídico (lípidos) se mantiene en equilibrio para garantizar su resistencia frente a los agentes externos, y con ello su protección. En el caso de una piel grasa, hay un desequilibrio, es una piel a la que le falta agua, y le sobran lípidos, aunque se tienda a ver de manera inversa por las imperfecciones que suelen aparecer. Estas imperfecciones pueden manifestarse con un exceso de brillo, una textura irregular de la tez, o incluso aparecer puntos negros, pápulas y pústulas (acné). Es una piel que además puede sensibilizarse con facilidad.

Para lograr su mayor equilibrio, y con ello un estado lo más saludable posible, se escogen productos para cuidar la piel que se aclaran al agua, generalmente geles, ya que su acción purificante es más intensa, y después podemos equilibrar a nivel de hidratación con un un buen tónico y una hidratante específica, que cerrarían la rutina de tratamiento facial para piel grasa perfecta. Y como en toda piel, lo ideal es realizar una limpieza profunda de rostro. Combina la rutina de limpieza de rostro diaria con mascarillas y exfoliantes específicos de forma semanal.

Cómo son la piel seca y sensible

La piel seca y sensible generalmente van asociadas. En este caso, la piel también presenta un desequilibrio en su manto hidrolipídico, tiene mayor cantidad de agua, pero le faltan lípidos. Su aspecto es generalmente mate, sus poros son casi invisibles, y su tez uniforme. Puede presentar imperfecciones, por sequedad, o factores de salud (hormonales, generalmente). Tiende a sentirse incómoda, y a presentar zonas con sequedades visibles; en las aletas de la nariz, en la barbilla… y es que es la piel que más cerca está de pasar a ser sensible, por lo que hay que escoger muy buen los productos de cuidado personal.
Necesita relipidar, y para ello nada mejor que una leche limpiadora, el producto ideal para preservar la hidratación mientras se limpia con precisión. También las cremas limpiadoras pueden ser una muy buena elección. Y así como una piel grasa puede optar por texturas lácteas, no recomendamos que una piel seca y sensible utilice habitualmente geles demasiado intensos, porque podrían sensibilizar aún más, y desencadenar diversas problemáticas que no nos interesan.

Otra cosa distinta a la piel seca, es tener la piel deshidratada, por cambios de estación, factores personales…, pero pertenecer a otro tipo de piel, como una piel grasa o normal. En estos casos haremos un tratamiento “S.O.S.”, para restaurar la hidratación cutánea, y después, continuaremos con la higiene diaria específica al tipo de piel. De todo ello hablaremos más adelante.

Características y tratamiento de la piel mixta

Ésta piel se “divide” en zonas con diferentes tipos de piel. Puede ser normal o seca en su mayoría, pero tener partes grasas, o ser totalmente grasa, pero tender a la sequedad en puntos concretos… ¡todas las combinaciones son posibles para este tipo de piel!. Por ello, el tratamiento de la piel mixta, va a ser muy variado, dependiendo de ese equilibrio entre grasa y sequedad. También será muy variable según el clima en el que se encuentre, ya que no será lo mismo una piel mixta de una persona que vive en la playa, con humedad, o en la ciudad, con la contaminación.

Es la piel con más capacidad de elección. Su rutina se centrará en la gama de productos que se adapte a la mayor tendencia que tenga su piel, añadiendo productos de limpieza facial específicos para tratar esas zonas diferenciadas. El producto estrella es la mousse, o productos innovadores que consiguen una textura en crema, que al contacto con el agua se transforma en una mousse, facilitando su aclarado y consiguiendo esa sensación de frescura e higiene intensa que nos aportaría un gel, pero preservando la hidratación y el equilibrio cutáneo, como haría una leche.

Lo mejor para la piel es concocerla:

Aunque haya tipos definidos de piel, en todo tipo de pieles el día a día puede modificar su estado. La piel, en concreto del rostro, es considerada por muchos el cristal a nuestro interior, mostrando al exterior qué está sucediéndonos. En épocas más difíciles, de cansancio, de estrés, de depresión… es la primera en sufrir las consecuencias. También le afectan en climas extremos, o con un gran exceso de contaminación, los malos cuidados…

Los factores que pueden alterar su estado son muchos. Lo mejor para la piel es saber escucharla. Identificar qué necesita y adaptar el primer paso de cuidados a sus necesidades.

Cada síntoma que aparece refleja algo distinto, en base a eso, podemos elegir el mejor limpiador, recordando que limpiar la piel no es una obligación, es algo que comprendiendo la importancia que tiene, se convierte en un placer. Encontrar las texturas, la sensación que te provocan, los resultados… y sobre todo, saber que estás cuidando de ti con cada pequeño gesto, y que los beneficios van a ser progresivos, y totalmente únicos para cada persona, según su forma de ser, sentir y vivir.

Consejos y productos para cuidar la piel:

La base de todo producto para la limpieza facial es la eliminación de impurezas que se adhieren a la piel, y, en su caso, el maquillaje, preservando la hidratación.
Pero sus funciones no se quedan ahí, cada vez son más amplios los beneficios que nos ofrece la limpieza de rostro, con texturas más agradables y adaptadas al ritmo vital, más específicos. Generalmente, las texturas son: jabonosas, en mousse (espuma) o en crema, para una piel grasa/mixta, y lácteas o en aceite para una piel seca, la piel normal puede combinar distintos tratamientos, y todas ellas cuentan con aguas micelares específicas.
Además, existen productos multifuncionales, que se transforman durante la aplicación, para adaptarse a distintas necesidades y agilizar el ritual de productos para la limpieza facial. En nuestra web puedes encontrar los tratamientos limpiadores y desmaquillantes que buscas.

Limpieza profunda de rostro:

Damos importancia a la limpieza profunda de rostro, ya que la limpieza es, como ya sabemos, la base de una piel saludable. Podemos encontrar múltiples productos, todos ellos muy buenos a la hora de aportar ese plus que cada piel necesita, porque aunque en el día a día se tenga una buena rutina, la piel va acumulando impurezas. Necesita ese extra.

Como siempre, la mejor opción es seguir recurriendo a la cosmética natural, o dermatológica, (en caso de una piel patológica), ¡mejor para la piel si son tratamientos dermatológicos naturales! ¿no crees?.

Los mejores productos para la piel, son los que se adaptan a ti:

En conclusión… para escoger un buen producto para cuidar la piel a la hora de limpiarla, recomendamos buscar productos a base de ingredientes vegetales, que no contengan parabenos, siliconas, detergentes agresivos… ya no son necesarios, ni son sanos para la piel. Pero para escoger los mejores productos para la piel, hay que tener en cuenta el tipo, la estación del año, el clima del lugar donde se vive, y todos los factores que van a hacer que su estado pueda cambiar.

No tengas miedo a probar y combinar tratamientos (siempre que se adapten a ti). Y no olvides; limpieza, tonificación e hidratación, siempre van unidos, y de forma semanal, se intensifica la limpieza con exfoliantes y mascarillas específicos.

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