El 90% de las mujeres y el 15% de los hombres se ven afectados por la celulitis.
Vistos los porcentajes tan sorprendentes, no es extraño preguntarse por qué surge la celulitis. La asociamos a la grasa. Pero, antes de dar ninguna explicación, queremos dejar muy claro que la grasa es fundamental para el ser humano. Y que para reducir la celulitis de forma eficaz es básico entender qué sucede con esa grasa.
La grasa y la piel:
Suele haber temor al relacionar grasa y piel, o grasa y cuerpo, porque de manera inmediata pensamos en obesidad, en excesos, brillos… Pero la realidad es que la grasa y la piel tienen una estrecha e imprescindible relación.
La celulitis comienza por un problema en el sistema linfático, que no funciona con normalidad y no puede eliminar el exceso de toxinas, que hacen que aumenten los estrógenos, y se produzcan muchos radicales libres (inflamación).
Al haber mayor cantidad de radicales libres, las células encargadas de gestionar la grasa del cuerpo, y los vasos sanguíneos por donde circulan, fallan. El fallo en la circulación impide que el oxígeno llegue a las células, y comienzan a trabajar mal. ¿Sabías que son necesarios 2 litros de oxígeno para quemar un gramo de grasa?.
Hablamos de las células del tejido adiposo.
La piel tiene tres capas; epidermis, dermis e hipodermis, de más superficial a más profunda. En la capa más interna, la hipodermis, trabajan los adipocitos; células derivadas del fibroblasto, y encargadas de gestionar la grasa del cuerpo para aportar energía y conservar su temperatura, sirviendo de protección física y térmica.
El 50% del tejido en esta capa es adipocitario.
¿Cómo trabajan los adipocitos en la piel?
Hay de dos tipos; los adipocitos blancos, que almacenan la grasa (función de lipogénesis). Y los adipocitos marrones, que queman esa grasa almacenada (función de lipólisis).
Éstos últimos son una “transformación” de los adipocitos blancos.
¿Y por qué se transforman? porque el cuerpo, en determinadas situaciones, por ejemplo bajo extremas condiciones de frío, necesita calor, y gracias a una proteína llamada Irisina, que a su vez evita la entrada de glucosa (azúcar) en el cuerpo, transforma los adipocitos blancos en marrones, convirtiendo toda esa reserva de grasa en energía=calor.
¿Y cómo se activan todas estas funciones? gracias al sistema nervioso, que manda la señal desde el cerebro, haciéndola llegar a través de unos receptores.
Digamos que el sistema nervioso es el emisor que manda el mensaje “quemar grasa”, y el mensaje es recibido por unos carteros. Estos carteros, reciben el mensaje y lo envían a cada célula para que activen sus distintas funciones y se logre el objetivo de quemar grasa.
Cuando este proceso falla, los receptores reciben el mensaje de quemar grasa, es decir, de activar los adipocitos marrones, pero no lo transmiten. ¿Y qué sucede? que se comienzan a acumular muchos adipocitos blancos, y aumenta la grasa. Además, éstos se van hinchando y multiplicando. La consecuencia es la celulitis.
Tipos de celulitis:
· Por problemas de circulación: es un problema que requiere atención médica.
· Celulitis grasa: en la llamada “zona de cinturón”
· Celulitis Incrustada: Duela al presionar, porque además de los problemas que se desencadenan en la celulitis, interviene la glucosa, enganchada a las células de los tejidos.
· Celulitis mixta: “Piel de naranja” 90% de las mujeres
- grasa
- con retención de líquidos: incluso en deportistas
Causas de la celulitis:
El cuerpo está en medio de un intercambio contante de energía, gracias al oxígeno y a la gestión de los nutrientes. Gran parte de esa energía, a nivel funcional, depende de la gestión de la grasa.
Pero hay muchos factores que influyen en la manera en la que se trabaja esa grasa.
Por una parte, factores genéticos y hormonales. Y por otra parte, factores que podemos cambiar conscientemente. Como la alimentación y el sedentarismo.
Por eso es tan importante determinar cuál es la causa de la celulitis en cada caso y qué tipo de celulitis se manifiesta, para actuar de manera específica.
