Patologías y tratamientos

¿Qué tipos de quemaduras existen, tratamiento y cuándo acudir al médico?

Las quemaduras cutáneas son lesiones de la piel que se producen por la acción de agentes físicos (térmicos o eléctricos) o químicos (sustancias químicas y/o con propiedades radioactivas), causando destrucción de las células de la piel y pudiendo llegar a afectar a tendones y músculos en los casos más graves.

La piel es considerada uno de los mayores órganos del cuerpo, además cumple una función muy importante de protección frente a agentes externos que pueden ser nocivos, participa en los procesos encargados de regular la temperatura corporal y nos permite tener sensibilidad. Es por esto por lo que una lesión importante en la piel puede ser muy grave para el funcionamiento de nuestro organismo ya que se pueden ver afectadas algunas de las funciones que ha de llevar a cabo y que son fundamentales para poder vivir.

Las causas más frecuentes de quemaduras cutáneas se pueden agrupar en 4 categorías:

  • Quemaduras térmicas: suelen ser las más frecuentes. Se ha demostrado que a partir de 40 ºC la piel puede verse afectada, y si se superan los 70 ºC se produce una destrucción del tejido con una exposición de 60 segundos.
  • Quemaduras eléctricas: son aquellas que se producen por contacto con una corriente eléctrica y afectan a la piel y los tejidos cercanos. Pueden llegar a alterar el ritmo cardíaco.
  • Quemaduras químicas: existen numerosas sustancias que en contacto con la piel pueden producir quemaduras de diferente gravedad en función de la cantidad de producto o el tiempo de exposición.
  • Quemaduras radiactivas: la más frecuente es la quemadura solar ya que la radiación solar es a la que nos exponemos diariamente. En estos casos será muy útil la aplicación de aftersun para ayudar a la regeneración celular de la piel y a refrescar la zona afectada.

En función de la profundad o gravedad y la extensión, las quemaduras cutáneas se clasifican habitualmente en primer, segundo y tercer grado, y menores, moderadas o graves, respectivamente:

Según su profundidad/gravedad

AspectoSíntomasTejido dañadoEvolución
Quemadura de primer grado
Piel seca, roja, inflamada, sin ampollas. Se vuelve blanca si se ejerce una leve presión.Dolor e hipersensibilidad al tacto.Epidermis (capa más superficial de la piel).Se cura de manera espontánea a los 4 días aproximadamente sin dejar cicatriz.
Quemadura de segundo grado
-Superficiales: ampollas y enrojecimiento.
-Profundas: ampollas.
-Superficiales: dolor intenso e hipersensibilidad.
-Profundas: poco dolor y zonas sin sensibilidad.
Epidermis y dermis.-Superficiales: 10-14 días
-Profundas: 1 mes o más. Pueden dejar cicatriz y necesitar cirugía.
Quemadura de tercer grado
Piel seca y dura. Color variable, blanco roto o grisáceo.
Piel sin sensibilidad por afectación de los nervios cercanos.
Indolora.Destrucción de todas las capas de la piel y las estructuras cercanas.Requiere varios meses para la curación completa y en algunos casos se necesitan injertos.

Según su extensión

En general, a mayor superficie de quemadura peor pronóstico suele haber. El determinar la extensión de una quemadura puede ser útil en cuanto a la consideración de posibles consecuencias graves o inmediatas.

  • Quemaduras menores: de primer grado o de segundo grado con menos del 15% de extensión (10% en niños) y de tercer grado con menos del 1% de extensión.
  • Quemaduras moderadas: de segundo grado con una afectación del 15-30% y de tercer grado con menos del 10% de extensión.
  • Quemaduras graves: de segundo grado con una extensión superior al 30% del área total del cuerpo y de tercer grado con más del 10% de afectación.

En las quemaduras más graves donde hay afectación de los vasos sanguíneos se puede producir un shock hipovolémico, lo que supone una pérdida de líquidos hacia el exterior, provocando hipotermia, palidez, sudores fríos, sed, ansiedad y taquicardias. Otra de las complicaciones que puede ocurrir en las quemaduras es debido a la reducción de la llegada de oxígeno a los tejidos, lo que puede ocasionar un fallo renal agudo que puede derivar en la muerte.

En caso de haber una sobreinfección, por Pseudomonas en la mayoría de los casos, el shock hipovolémico se puede complicar con un shock séptico. Esto retrasa la cicatrización de las heridas causadas por las quemaduras y es muy probable que acaben formándose queloides, definidos como el crecimiento de tejido cicatricial adicional que aparece como consecuencia de una cicatrización anormal.

Desde la farmacia recomendamos que los pacientes acudan directamente al médico en caso de que cumplan uno de los siguientes criterios:

EdadMenores de 5 años
Mayores de 75 años
SíntomasQuemaduras de gran superficie (> 25%) o en cara, manos, pies, cuello, pliegues de flexión o zona genital
De segundo grado profundas o de tercer grado
Sospecha de sobreinfección o dolor después de dos días
Quemadura circunferencial, eléctrica, por productos químicos o por congelación
Existencia de fiebre, dolor de cabeza o náuseas
Duración de los síntomasMás de 2 semanas
Enfermedad subyacente y/o consumo de medicamentosPolimedicados o con medicamentos como corticoides o ciclosporina
Oncológicos
Con tratamiento anticoagulante
Diabetes de larga duración con antecedentes de úlceras cutáneas
Cirrosis
Insuficiencia cardíaca y/o infarto de miocardio en los últimos 5 años
Con más de una patología
Situaciones especialesEmbarazo
Inhalación de humos
Deshidratados
No vacunados del tétanos
Trasplantados o inmunodeprimidos

Ya que la mayoría de las quemaduras cutáneas son debidas a accidentes caseros provocados por un descuido o a una excesiva exposición solar, los siguientes consejos serán útiles para evitar todas aquellas situaciones que puedan ser causantes de una quemadura:

  • Vigilar a los niños cuando estén en la cocina y otros lugares donde haya fuego.
  • Procurar que los productos inflamables se encuentren fuera del alcance de los niños.
  • No dejar en el suelo recipientes con líquidos muy calientes.
  • Colocar los mangos de las sartenes que puedan estar calientes hacia la pared, nunca hacia fuera.
  • No dejar enfriar la plancha después de su uso en lugares de fácil acceso para niños.
  • Utilizar protectores para los enchufes y las fuentes de corriente en caso de haber niños en casa.
  • No manipular aparatos eléctricos con las manos mojadas.
  • Evitar dejar velas encendidas mucho tiempo o cuando no se está cerca para vigilarlas.
  • No manipular aerosoles cerca de una fuente de calor y nunca agujerear los envases.
  • No quedarse bajo un árbol en caso de tormenta eléctrica.
  • No tirar en campos y montes envases que puedan provocar incendios.
  • Aplicar fotoprotectores durante todos los días del año para evitar las quemaduras solares y en especial en los meses de mayor exposición solar. Repetir la aplicación cada dos horas o después de haberse bañado o secarse con una toalla.
  • No exponer directamente al sol a niños menores de 3 años ya que son especialmente susceptibles a presentar quemaduras solares.
  • No exponerse directamente al sol entre las 12 y las 16h del día ya que son las de mayor exposición a los rayos. La arena de la playa y el césped de las piscinas reflejan la radiación aumentando los efectos perjudiciales sobre la piel y la probabilidad de causar quemaduras solares.

Las principales recomendaciones que podemos hacer desde la oficina de farmacia a una persona que hace una consulta por una quemadura leve son las siguientes:

  • Asegurarse de que la causa de la quemadura ha sido eliminada.
  • Sumergir la zona afectada en agua fría de 20 a 45 minutos o colocar apósitos estériles mojados en agua fría. No colocar la quemadura directamente debajo del grifo ni aplicar hielo ya que se podría levantar la piel.
  • Limpiar la quemadura suavemente con agua y jabón y aclarar con abundante agua.
  • Si hay ampolla, esté rota o no, se deberá desinfectar la zona con clorhexidina y aplicar un apósito para proteger la lesión
  • Se puede aplicar una pomada para la regeneración celular de la piel afectada con productos hidratantes como urea o ácido láctico, cicatrizantes como la centella asiática o emolientes como la vaselina. Es muy importante la hidratación posterior a una quemadura para evitar el picor.
  • Es recomendable tapar la zona afectada con un apósito para evitar infecciones.
  • No se aconseja el uso de pasta de dientes u otros remedios caseros que pueden empeorar el proceso de cicatrización y regeneración celular de la piel.
  • Evitar la exposición solar durante los siguientes 6 meses, aunque se haya curado por completo, ya que la piel puede permanecer sensible.
  • En caso de quemadura solar aplicar de manera frecuente aftersun, productos que ayudan a la regeneración celular de la piel afectada, además contribuyen a calmar y refrescar.

Imagen diseñada por Freepik.

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